Higiene del Sueño en niños y adolescentes

Dormir juega un papel importante como medida de autocuidado, frente a la crisis sanitaria que atraviesa el mundo por la propagación del COVID-19. De acuerdo con expertos, tener una buena higiene de sueño contribuye enormemente al bienestar de nuestra salud, tanto física como mental. La higiene de sueño se trata de los hábitos y las actitudes que formamos para que podamos conciliar un sueño profundo y reparador, y así podamos estar más alertas y saludables durante el día.

Un sueño de calidad permite restaurar el organismo. Asimismo, aumenta la productividad del individuo cuando está despierto, mejora la agudeza mental, y reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas y degenerativas. Es durante el sueño cuando se libera serotonina. Si no dormimos bien, afecta el estado de ánimo y empeora nuestro humor, podemos estar más decaídos, más irritables, perdemos capacidad de atención, concentración y memoria, lo que puede suponer una menor eficacia académica y laboral. También influye en el sistema inmunológico.

Es importante dormir, pero no solo se trata de dormir las horas necesarias, sino también de dormir bien. En ocasiones, puede que no conciliemos el sueño cuando nos acostamos o que nos despertemos en la mitad de la noche y no podamos volver a dormir, sintiéndonos cansadas/os o irritables. El insomnio afecta nuestro estado de ánimo y nuestra salud, incidiendo directamente en la calidad de vida.

Después de varios meses de confinamiento, es frecuente que la angustia, la ansiedad, el cansancio y la irritabilidad se hagan más patentes en el día a día, apareciendo también problemas de sueño. Cuando los niveles de ansiedad aumentan, esto conlleva dificultades a la hora de dormir que a su vez agrava los estados de ansiedad y esto hace que la ansiedad se retroalimente. Y sueño y ansiedad se convierten en un círculo vicioso.

¿Cómo tener una buena higiene del sueño?

Mantener una rutina saludable a la hora de conciliar el sueño, resulta relevante, y aunque a algunos les cueste el descanso, existen algunas recomendaciones para facilitar este proceso.

  • Procurar acostarse a la misma hora todas las noches, y levantarse a la misma hora cada mañana. Incluso los fines de semana. A esto sumarle, un ambiente confortable: habitación tranquila, oscura, y a una temperatura agradable.
  • Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, al menos una o dos horas se debe evitar el estímulo que provocan las pantallas.
  • Evitar comidas abundantes, cafeína, bebidas energéticas, cola y alcohol antes de acostarse; y, también, considerar que, si duerme siesta, ésta no debe extenderse sobre los 20 o 30 minutos de descanso.
  • Hacer ejercicio y mantenerse activo durante el día, pero evitarlo un par de horas antes de acostarse para que el efecto activador no nos juegue en contra.
  • Procurar dormir en una habitación con baja iluminación y poco ruido ambiental.

Los malos hábitos como desvelarse, sobre todo en el contexto de una cuarentena, pueden tener repercusiones severas sobre la Salud Mental, derivando en trastornos más graves como la depresión o la ansiedad, pudiendo llegar a requerir del uso de psicofármacos, que deben ser indicados por un especialista.

Recuerda que el sueño ayuda a la producción de ideas nuevas y creativas, favorece la creación de la hormona del crecimiento, te haces más fuerte y sano ya que el sistema inmunitario se regenera y beneficia el sistema cardiovascular, permite cargarte de energía para el día siguiente, mejora la memoria y promueve un estado de felicidad.